La mañana del domingo transcurrió sin apenas problemas, la gente acudió con sus ramos de flores a realizar la ofrenda a la patrona, la Purísima Concepción y algún que otro amago de lluvia se produjo bajo el cielo encapotado de Ontinyent, dejando unas gotas de agua – nieve en el asfalto. Con todo ello, se llegó a las 13:30 de la tarde donde una gran “mascletà” puso fin a la ofrenda floral a la Virgen. De ahí, todos a cambiarse para ir a comer a las comparsas y demás bares, reponiendo fuerzas para una tarde que se preveía muy dura.
No nos equivocamos cuando decimos que fue una tarde dura, pero también festiva y espectacular.
La carcasa volvía a decirnos que los toros estaban a punto de aparecer una vez más por las calles. La gente empezaba ya a correr, cada vez más deprisa y detrás de ellos aparecía en esta ocasión como primer toro de la tarde Hortelano, que hizo una buena faena, con carreras largas y una gran subida al casco antiguo de “la Vila”, rematando la faena en la plaza del ayuntamiento con un par de buenos sustos a los participantes que se agolpaban a su paso. Buen toro del ganadero Fernando Machancoses, que ya había demostrado sus cualidades en Chiva y las ratificaba una vez más en nuestra ciudad.
Después de cerrar en el corral este toro, vino la creme de la creme, o sea, Cubano. Este toro vino
En tercer lugar y siguiendo el mismo orden del pasado año, encarrilaba el puente con un espectacular salto Pastelero, el ganador del I Memorial Alejandro Descals, demostrando el por qué de este galardón que lo acreditaba como mejor toro del pasado año. La actuación fue perfecta, dando mucho juego a los participantes y más de un susto aquellos despistados que no sabían cómo se las gastaba este astado. Cruzó sin pensarlo el puente romano y llegó rápido a la plaza del ayuntamiento, donde lo esperaban cientos de jóvenes y no tan jóvenes con ganas de acabar una tarde para recordar. Pastelero cumplió con su cometido y a pesar de alargar su estancia en la calle durante más de una hora, solo flojeó en los instantes finales, después de haber dado buena cuenta algún que otro corredor.
Pasó el domingo y con ello este fin de semana, que si bien el sábado nos quedamos con un sabor agridulce, el domingo disfrutamos “como enanos”. No lamentamos ningún incidente de importancia, solo los golpes, empujones, caídas… inevitables en este tipo de festejo de “bous al carrer”. Destacar la gran labor de todos los miembros de Protección Civil, Cruz Roja, Policía Local, que estuvieron en todo momento a la altura de las circunstancias, agradecerles la labor que cada año realizan a favor de esta fiesta, la más multitudinaria de la ciudad de Ontinyent.
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